CALLE MAYOR (Español - Sin subtítulos)
Edades: De 13 a 15 años, De 16 a 17 años - Selecciones: Alfabetización audiovisual - Temáticas: Realización audiovisual
Información
Año 1956 Director/es Juan Antonio Bardem Duración 99 minutos Clasificación No recomendada para menores de 13 años Género Drama País/es España, Francia Intérprete/s Betsy Blair, Jose Suarez, Dora Doll, Yves Massard, Luis Peña, Alfonso Goda, Manuel Alexandre, Jose Calvo Productora/s IBERIA FILMS, MANUEL JOSE GOYANES MARTINEZ, PLAY ART Sinopsis Una pequeña ciudad, en una provincia cualquiera. Una catedral, un río y una plaza con soportales. Y una calle Mayor. Sobre todo, una calle Mayor. Hay tres cosas que son el diapasón de esta ciudad: las campanas de la catedral, los seminaristas por la alameda, en el crepúsculo, de tres en tres…, y el paseo por la calle Mayor. Isabel tiene ahora treinta y cinco años. Es soltera aún. Eso quiere decir que ha fracasado. Claro. Salió del colegio de las monjas hace dieciocho años. Diez años esperando. Y venga a esperar. Y venga a pasear, arriba y abajo, por la calle Mayor. Juan y sus amigos se aburren. Siempre los mismos lugares, rostros idénticos, días iguales, persiguiéndose. Quizá por eso, ellos han descubierto que el mejor espectáculo es el prójimo. Sobre todo si no se le ama, si uno es ajeno a él. Entonces puede ser la mejor diversión. Si, uno pude jugar con el prójimo. ¿Cuál es el procedimiento? La broma. Juan, de acuerdo con sus amigos, va a decir a Isabel que la ama, que la quiere como novia, que quiere casarse con ella. Los demás, cada noche, después de las entrevistas de Isabel y Juan, van a reír. Y mientras tanto, Isabel va a ser absolutamente feliz. Yo no tendrá que esperar más. Hasta podrá, al fin, bailar en el gran baile de otoño del Casino. ¿Y Juan? Juan es cobarde. Huye de producir dolor al prójimo. No afronta las situaciones y deja que las cosas se estiren, se refuercen, se compliquen. Por eso miente. Y, para tapar la mentira, miente otra vez. La broma sigue. Isabel es feliz, y Juan no sabe qué hacer ya para detener esa enorme bola de nieve que él mismo ha formado. Está a punto de fijarse la fecha de la boda. ¿Qué puede hacer Juan? Sus amigos, los alegres amigos de la broma, quieren llegar hasta el final. Tonia - esa mujer del Café de Pepita, que ama a Juan en silencio - le incita a decir la verdad a Isabel. Federico, su amigo, su único amigo en la realidad, le emplaza a decir esa verdad. La verdad …, aunque Isabel se destroce el alma. Pero Juan no puede, no es capaz. Piensa un instante en quitarse de en medio. Es cobarde. Huye. Se esconde. Federico dirá a Isabel la verdad en ese gran salón vacío, ya adornado para el baile de esta noche, el gran baile de otoño. Federico quiere que Isabel huya, se escape de allí. Hasta se brinda a acompañarla a Madrid. Todo, antes que "ellos" ganen, que la broma triunfe. Cualquier cosa, antes que la risa de esos hombres. Isabel, en un momento, cree en esa salida. Llega a la estación. El tren está a punto de partir. Federico la espera. El hombre de la taquilla pregunta a Isabel una sola cosa: "¿Dónde? ¿Dónde?" Isabel comprende.